La morfina nacionalista
Nuevo caso de intolerancia nacionalista contra los militantes de Ciutadans, esta vez en el centre cívic Fort Pienc. Se iba a tratar sobre nuestro origen y proyecto social. La Cataluña nacionalista creyó que no surgiría un movimiento y partido político no nacionalista. La morfina aplicada al cuerpo social catalán no afectó a algún extremo de ese cuerpo. Con el control de la enseñanza, de los centros cívicos, de los medios de comunicación, con la sistemática mentira-histórica, con las ráfagas de viento que siempre demoniza a los no nacionalistas, con todos esos elementos y más, se les escapó un resquicio de pensamiento y de ansias de libertad, la que encarna Ciutadans. Somos el enemigo a batir, pero saben que la globalización e Internet nos alivian la travesía del desierto. Actualmente es difícil reprimir un movimiento social que clama por el sentido común y por la libertad. A pesar de la censura de los medios de comunicación catalanes y a pesar de las amenazas, el proyecto de Ciutadans es una máquina puesta en marcha, un proyecto imparable. Nos insultan, nos injurian y cabalgamos. Entraremos en muchos ayuntamientos y eso les duele. Vamos a denunciar desde ellos el oasis catalán de robo y corrupción que disimulan con el manto del nacionalismo, del “patriotismo catalán”. La dosis de morfina aplicada desde hace 25 años no ha sido suficiente para dormir a una sociedad moderna que exige coherencia, honradez y democracia. Roberto Bermejo Cuadra Agrupación Horta-Guinardó
09 mayo 2007
viernes, 8 de junio de 2007
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